Hemos entrado en un siglo marcado por una nueva revolución, la de la información y la comunicación. Parece que la primera mitad de este siglo XXI va a estar marcada por dos grandes cambios tecnológicos, el de la informática y el de la biotecnología. Estos cambios afectan directamente a toda la sociedad, a las formas de vida, a la manera de ver la vida y el entorno.
De la misma manera que estos cambios han afectado, están afectando a la sociedad, también afectan a la escuela (profesorado, alumnado, padres y madres), especialmente el informático. Lo que se ha llamado las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) han entrado en la vida de los Colegios y de los Institutos. Cada vez son más los centros que están conectados a Internet, que tienen una Intranet más o menos aprovechada, que utilizan los medios informáticos, y a veces Internet, para parte de la gestión del centro, que tienen publicada su página Web, que van desarrollando y creando alguna aplicación multimedia para su trabajo en el aula. Sin duda los docentes debemos aprovechar y hacer de este recurso (las TIC) un elemento más para mejorar nuestra práctica docente.
Ante esta nueva situación hay que tener siempre presente que Internet, la informática, es una herramienta más, que ahora tiene el protagonismo, como en su día lo tuvieron la Televisión, el vídeo, las diapositivas, etc. Es una herramienta que viene a complementar las que ya tenemos y que no es una panacea en donde se van a solucionar los problemas, es una herramienta que, sobre todo, ha de servirnos para mejorar la práctica de enseñanza-aprendizaje. Proporciona muchas posibilidades. Al profesorado le permite acceder a nuevas utilidades y a un gran volumen de recursos educativos, consultar información profesional, es un medio en donde poder compartir experiencias, participar en proyectos educativos, nacionales e internacionales, es sin duda una herramienta que puede mejorar su cualificación profesional. Al alumno le permite desarrollar la capacidad de acceder, organizar y tratar la información, comunicarse con otros compañeros, ya sean de su localidad, de cualquier punto de la comunidad o del mundo, le permite practicar idiomas, etc.
Pero la realidad de hoy es que los centros no han integrado las TIC de forma sistemática y organizada. La mayoría de los docentes las usan de forma técnica y superficial como instrumento de trabajo, fuente informativa, pero sin un sólido planteamiento didáctico y sin una integración en el currículo y la programación de aula. Hasta ahora las TIC han supuesto pocos cambios significativos en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Nuestra labor debe ir en la línea de potenciar y consolidar los aspectos positivos de las TIC en la enseñanza.
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