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Ponencia 3 Programas ayuda entre iguales para de mejora de la convivencia.

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Conclusiones de Isabel Fernández García - jueves, 1 de junio de 2006, 21:43
  Agradezco tu buena disposición hacia las propuestas, yo iría un poco más allá y diría que la necesidad de proporcionar oportunidades de éxito para los alumnos y los profesores de forma indirecta, su éxito es el nuestro, su fracaso es el nuestro así lo sienten muchos profesores, es un requerimiento esencial para un centro escolar. Los alumnos deben mostrar aquello que pueden sacar de si mismos en positivo cuanto más mejor, de ahí la necesidad de darles responsabilidades, desglosar la representatividad del delegado en muchos delegados de clase, proporcionar actividades extracurriculares donde ellos puedan exponer sus cualidades: fiestas, pintura, teatro, deportes, o tantas como se puedan crear. Cuanto más considerado sea el alumnado más sentimiento de pertenencia tendrá y por lo tanto mejor serán sus acciones con el resto del centro y de las personas y aunque surjan conflictos el estilo y la actitud será más abierta, sincera y negociadora.

Estoy de acuerdo que la realidad escolar es compleja, difícil y en muchos casos frustrante. Estas propuestas novedosas no son ni elixires, ni milagrosas ni la panacea. Siempre hablo de ello como de un colchón balsámico, estas experiencias proporcionan otra mirada al mismo problema, otra forma de abordar el conflicto y sobretodo una valoración de cada individuo como agente responsable de sus actos y por ello capaz de cambiar y buscar salidad más satisfactorias. Se pide que los alumnos se conviertan en ángeles a través de estas propuestas, no es así en la realidad siguen siendo inseguros, contradictorios, y básicamente adolescentes que están buscándose a si mismos, pero esto puede que les influya hacía un camino, una visión de la vida y no hacia otra más competitiva, egoista y agresiva. El gran poder de estas propuestas radica en los cambios a largo plazo de los individuos que lo practican y que por ello lo deben reflexionar. No es tanto la erradicación del error, de los conflictos diarios, de los desajustes hormonales ni de las faltas de educación y de saber estar que a menudo se dan en nuestros adolescentes. Sin embargo, la filosofía de la que se nutre, ha de penetrar lentamente el tejido social, de alumnos y profesores y eso es difícil que realmente se instaure en nuestras interacciones diarias pero no por ello debemos concluir que no son válidas, sobretodo hay que creer en ello a pesar de los sinsabores y "tirar para adelante". 

Solo mencionar que el mediador no media en conflictos de disrucpión dentro del aula, sino más bien en problemas en los que él o ella no esté involucrado, ha de ser neutral y suele realizarlo en casos muy polarizados para que intervengan en conflictos menores dentro del aula es mucho más idoneo el alumno ayudante que si tiene como función mediar informalmente en pequeños incidentes. Espero que te aclare 

Lo importante es incidir en un clima de centro en el que el acoso esté mal visto o simplemente se pueda comunicar, para ello tenemos que tener la complicidad de los alumnos pues son ellos los que realmente saben lo que ocurre. Si en 1º de la ESO se sientan las bases de respeto que queremos que utilicen en su interacción mitigaremos muchísimos problemas más tarde en segundo y tercero, siendo en estos cursos escasos y cuando surgen realmente extraños e imprevisibles, pero así se corta la tendencia a la intimidación entre ellos.

La mediación se realiza por cualquier miembro de la comunidad, si bien mayoritariamente lo están haciendo alumnos. La formación es de todos los diferentes sectores juntos (padres/madres, profesores, alumnos y personal no docente, a veces entran personas del entorno cercano, ayuntamiento, asistencia social, etc.)

Normalmente la formación toma de 20 a 30 horas y ha de realizarse anualmente para que se recicle el equipo que constituyen los mediadores. El club de deberes no se hace porque no hay tradición, pero es fácil de organizar, sólo que hay que tener cierta subvención para de alguna forma premiar, valorar, dar en contrapartida algo a los que ayudan. Casi siempre se hace en el formato de "estudio asistido", con profesores que les ayudan y mantienen el orden en esas horas de estudio. Esto es completamente diferente, tanto el talante como el objetivo final. A menudo los alumnos de cursos superiores pueden ayudar en muchas más actividades y asignaturas a los demás pues ellos acaban de pasar por ese aprendizaje, a diferencia del profesor que suele saber de algunas materias y en otras no tiene casi conocimientos, además se crean vínculos de modelado positivo de unos hacia otros y se crean vínculos de respeto y de apoyo esenciales para una buena convivencia.

Estimada Laura, gracias por tus palabras. Si es verdad que llevamos más de 9 años con los programas de mediación en la comunidad de madrid y de igual forma en la Cataluña. Probablemente ya existen centros en casi todas las comunidades con experiencias de este índole. En cuanto a los alumnos ayudantes también lo emprendimos en el I.E.S. Pradolongo desde hace ya 6 años (Madrid), si bien desde entonces muchos otros centros han desarrollado la idea y lo están intentando. Especialmente la provincia de Cádiz ha sido un multiplicador de esta experiencia.

Por lo referente al Club de deberes, alumno tutor, etc. Lo estamos realizando de nuevo en el I.E.S. Pradolongo, si bien se enmarca en "tutoría entre iguales" que viene desarrollándose en aquellas escuelas que apuesten por la tendencia de la "escuelas inclusivas" y aquellas que utilicen las técnicas cooperativas como estrategia central de su metodología de aula.

Todos estos modelos no están carentes de problemas si bien hay que tener clara la meta y no hundirse en el camino por problemas organizativos, dificultades y falta de comprensión de la propuesta por parte del profesorado e incluso de alumnado.  Buena suerte

El clima de centro es un constructo que no todos los autores acuerdan sus variables, sin embargo, es verdad que el tema de normas de centro y sobretodo de coherencia y consistencia de actuación del conjunto del centro es esencial. Los centros tienen que tener orden, organización de acorde con sus objetivos e implicación de todo el colectivo del profesorado en llevar a cabo las decisiones finales que "todos" han de realizar. Sin embargo, desde la visión del Modelo integrado entendemos que sólo norma, sólo organización basada en el control y la erradicaciión de los desajustes, tampoco produce los resultados de convivencia que deseamos, por lo contrario suele producir amargura, rencor y sentimiento de impotencia y falta de valía personal.

Hay por lo tanto que combinar la perspectiva humana, e incluir el diálogo, el contraste, la expresión sincera y la posibilidad de expresar tus sentimientos y pensamientos. Las víctimas de acoso necesitan de un clima que les apoye cuando expongan su situación de indefensión, que permita "dar voz" y "escuchar" a esas voces. Por eso un modelo exclusivamente basado en el orden, en definitiva donde todo está protocolizado se ajusta a norma pero le falta la confianza en la persona. Si bien un centro con desorden, ambiguo en sus posiciones y extremadamente fléxible también produce un desorden y falta de implicación y de responsabilidad de los individuos que lo albergan. Por ello hay que apostar por la combinación de la norma y del diálogo que a su vez también tiene organización, tiempo, espacio y personas encargadas de mantenerlo y facilitarlo.

Estoy de acuerdo que hay que ir paso a paso y no por modas. Los programas de esta índole exigen comprensión de los objetivos y una actitud que no siempre comparten muchos profesores puesto que se da poder de alguna forma al alumnado. Por otra parte trae más organización y tareas nuevas de supervisión y mantenimiento de los servicios y equipos y eso sólo se puede realizar poco a poco. Empezar con algo sencillo, técnicas cooperativas, experiencias de escucha activa en las tutorías, e ir introduciendo pequeñas estructuras de participación del alumnado. Hacer un cambio drástico puede causar muchos desajustes y acabar siendo un fracaso. Es muy importante el liderzgo, tiene que haber un grupo de profesores que apueste por ello y esté dispuesto a empezar y a tirar de ello. Buena suerte para aquellos que quieran intentarlo. 

Las normas son esenciales y cuanto más interiorizadas estén más efectivas, por eso lo importante que ellos también participen en la elaboración de normas de aula, las discutan y las transgredan y valoren las consecuencias positivas y negativas de esa ruptura del orden. Es importante el conflicto que surge cuando hay algo mal hecho, si entra en juego la reflexión y el sentir de lo colectivo y el pacto de todos para crear un buen clima respetuoso con los demás. 

Estoy de acuerdo que un gran campo que queda por abordar es la "práctica docente" que tiene mucho que ver con el campo de la disrupción. Pero en este momento donde el profesorado se siente herido y no bien considerado hay que ayudar a que restablezca su autoestima y muy posiblemente en un futuro algunas de estas técnicas de ayuda entre iguales se puedan aplicar dentro del grupo de proferores con más trabajo en equipo y colaboración entre nosotros mismos. 

Posiblemente hace 40 años no se buscaba la prosocialidad sino la excelencia, esto puede resultar como a ti te ocurrió cuando sólo se hace este tipo de actividades con alumnos modélicos y brillantes para que los demás los imiten y se conviertan en estatuas de oro, cuando el ambiente es que todo el mundo brilla por cualidades diversas: juega bien a ejedrez, le gustan los deportes, es amable y puede echarte una mano, sabe intervenir cuando dos se peléan, puede acompañarte cuando tienes un problema con el profesor, pinta de maravilla los murales del centro, es un árbitro chachi, etc. entonces una actividad más de apoyo o de mostrar aquello que se te da bien es eso una actividad más. Además los tutores son sólo en la asignatura que son adecuados, no en todas y así uno puede ayudar al otro en inglés pero a su vez necesitar ayuda en matemáticas. El éxito puede estar en muchas pequeñas cosas que nos hace sentir que somos reconocidos. Igual nos ocurre a los adultos, debemos de empezar a decirnos unos a otros que bien ha quedado el trabajo que has hecho con tus alumnos, como les gusta ir a jugar baloncesto desde que lo has organizado, gracias por comprar todos los vasos y platos para la fiesta de despedida de nuestro compañero, el éxito está al alcance de todos nosotros sólo hay que saberlo reconocer y honrarlo. 

Carmen me alegra encontrate otra vez, si es muy posible que este campo sea sobretodo de mujeres, pero también hay hombres atraidos hacia este mundo. Desde luego los alumnos y alumnas, ambos participan con normalidad en ambos modelos sin suponerles ninguna verguenza.

En algunos centros fracasan estas propuestas, en especial el de mediación si no hay alguien, o algunos mejor que tiren de ello y sobre todo que crean en ello. Estamos en el fondo tocando valores  y replanteamientos sobre las bases del poder. La democratización y la ciudadanía de una sociedad no se construye ni en una década, pero está claro que estas propuestas además de innovadoras apuntan hacia un mundo mejor, que algunos consideran idílicos pero que nosotros como educadores y formadores de jóvenes y por ende profesores no podemos renunciar a ello.

Los alumnos ya median entre ellos de informalmente, la única diferencia es que sólo lo hacen si son sus amigos, ahora les pedimos un nivel moral un poco más elevado que lo hagan con cualquiera que lo necesite y que además sean neutrales que no tomen partido y se conviertan en partidario de su amigo, que escuchen los puntos de vista de las dos partes. Un ejercicio de madurez y sensibilidad, el problema puede ser cuando tomen partido demasiado, la neutralidad total no es alcanzable realmente, entonces se podrían meter en un lio pues se harían del bando del otro. En la mediación formal al haber dos mediadores se intenta contrarrestar esta tendencia de irse a un lado, y rara vez corren peligro, de lo que yo se y de lo que yo he visto nunca ha ocurrido. Salir con la mediación fracasada pues puede ocurrir, las partes no hay forma que lleguen a un acuerdo, se vuelve a empezar, pero con riesgo, no lo he visto ni creo que sea fácil que ocurra. 

Se romepen moldes poco a poco y con casos en los que se ve que su participación es positiva. A menudo sólo un pequeño grupo de profesores se implica y los demás pasan de ello, no importa poco a poco va convirtiéndose en estructura al repetir año tras año la organización y propuesta y haber profesores encargados de todo ello.

Gracias Visitación por tus palabras, es posible que lo que realmente me distingue es el hecho que me encanta leer teoría pero siempre con la duda razonable de "y eso cómo se hace, en qué se traduce" y cuando lo entiendo entonces puedo interpretar con mucha más riqueza e incluso placer personal lo que acontece a mi alrededor y por ello ajustar mejor las respuestas. Todos podemos reflexionar sobre nuestras vidas en los institutos, solamente tenemos que salir un poco de nosotros mismos y dar espacio a cómo lo pueden ver e interpretar los otros y entonces es más fácil entendernos y llegar a buen puerto cualquier actividad.

Todos estas acciones son valores en acción, valores puestos al servicio del individuo que ejerciéndolos los vive y con ellos los comprende y los incorpora, hablar "sobre valores" es importante pero mucho más es " vivir en un contexto moral y ser moral personalmente". Este es el fin de estos programas

Has tocado un tema muy importante y cercano a mi puesto que de este campo surgió mi interés por la convivencia. Si tus tres categorías son absolutamente correcta, excepto que en la tercera, no es tanto el tiempo (que es importante) sino el nivel de victimización, la capacidad del acosado de poder sentirse fuerte para hablar delante del acosado en situación de homogeneidad de poder como ocurre en la mediación. Yo he presenciado mediaciones en las que el dolor era grande y había resentimiento fuerte pero la víctima todavía tenía una cierta capacidad para sacar la cabeza y expresar sus sentimientos. Si el acoso es muy grave es porque no ha sido detectado con antelación, y estoy totalmente de acuerdo que el acoso tiene niveles de intensidad que demandan diferentes intervenciones. El grave-gravísimo es bajo de un 2% a un 4% en los últimos estudios, pero está ahi y sobre todo con muchísimo dolor, lo primero que hay que hacer es que cese el hostigamiento, esto se complica cuando la imagen social de la persona está rota y se ha convertido en la mofa de casi todos, entonces lo mejor es un "círculo de amigos" si la víctima accede y ayuda personal o psicológica continua para apoyar su mejora personal. Bueno muy largo meterse en todo el tema pero de nuevo reitero la posibilidad de realizar mediaciones en casos de maltrato, se realza la figura del débil ante los ojos de los demás al haber conseguido que el fuerte el que se mete con el otro tenga que hablar de tú a tú y además.

Agradezco a todo el foro de la ponencia nº 3 sobre "ayuda entre iguales", las magníficas palabras que han tenido con referencia a dicha ponencia. Espero que haya servido para aclarar sobre cómo se pueden realizar pequeños logros en el centro escolar desde los recursos que tenemos todos a mano que somos nosotros mismos y desde el cambio de actitud. He intentado contestar a un número importante de miembros del foro, espero que haya podido satisfacer vuestras necesidades y se hayan aclarado algunas dudas. Solo me resta deciros que si queremos lo podemos hacer, no carente de problemas y disgustos que a menudo tienes que olvidar y sólo recordar los buenos momentos, los alumnos tienen mucho que aportar para los otros y sobre todo para si mismos y en esto debemos ayudarles a que crezcan. La organización de los centros escolares tendrá, en su caso que adaptarse a las nuevas necesidades y la convivencia exige tiempos y espacios en los que se puedan confrontar formas diversas de ver la vida en la escuela. Creo que muchos de vosotros entendéis plenamente la necesidad de mejorar la convivencia a través de planes de mejora de la vida escolar en su conjunto, estos programas aportan su grano de arena, quedan muchos ámbitos que a menudo en paralelo también van variando y el proceso es lento y toma paciencia. No olvidemos el gran potencial que tenemos en todos los centros delante de nuestra vista, invisible pero presente, hagámoslo posible en el día a día y poco a poco con poca intensidad, lo que sube muy rápido cae muy pronto, como hormigas pero constante y con la convicción que la escuela es y debe ser un lugar de convivencia.

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